Aunque la idea principal era ir al barranco del Furco debido a los imprevistos Cesar decidió que fuéramos a hacer el barranco Formiga.
Tras hora y media más o menos y habiendo realizado una parada para que Guillermo se alquilara el neopreno llegamos al párking situado al pie del barranco.
La ascensión para coger el barranco fue bastante sencilla y amena, pero en la parte final hay que ponerse el arnés y asegurarse ya que hay que atravesar un paso bastante resbaladizo y al final del todo tirar un rápel para llegar al inicio del barranco.
Una vez en el inicio del barranco nos pusimos los neoprenos y empezamos el descenso.
El barranco en si es más divertido que técnico ya que solo tuvimos que tirar un rápel al principio y luego en los siguientes tramos bastó únicamente con seguir las instrucciones que Cesar iba diciendo para coger los diferentes toboganes, destrepes y saltos que encontramos hasta que llegamos a un rápel de unos 7 metros el cual es saltable por lo que decidimos saltar, y tras caminar un pequeño trozo llegamos al final de barranco donde hay una bonita poza a la cual se puede saltar desde bastante altura.
Tras pasar un rato en la poza recogimos todo y volvimos al parking, lugar en el cual tomamos algo antes de marcharnos.
